21 septiembre 2009

Esta vez sí, Quentin

(Post dedicado a Roger Corman, que recibirá un Oscar honorífico en la próxima edición, y a quien tanto debo, más allá de un post, por mi afición a la serie B. Y un beso para Lauren Bacall).

Después de la decepción de "Death Proof" QT vuelve a su lado más gamberro y genial con una historia que ha decepcionado a algunos que esperaban ver la segunda parte de "Salvar al soldado Ryan" o a aquellos a los que cansa escuchar diálogos de más tres minutos (ay, generación MTV...), en la que lo más publicitado, el grupo de "bastardos" cazanazis, queda casi relegado a un segundo plano (incluso cuando una de las "tarantinadas" es que uno de ellos lleva el apellido de uno de los directores de "El día más largo") en esta delicia que remueve la Historia y que supone una declaración de Amor al cine, que aplaudo, apoyo y comparto.

Porque nos encontramos con la peli de un tío que no ha pisado una escuela de cine en su vida (como Orson Welles y otros grandes del Cine) que nos está hablando de directores y productores alemanes clásicos, que explica tipos de película (física), que mezcla millones de referencias para conseguir su sello único. Además, siguiendo con sus "costumbres", en esta ocasión el descubrimiento es el austríaco Christoph Waltz que en su papel de Hans Landa (creo que es el que años después le diría a nuestro Alfredo "vente a Alemania, Pepe!") crea un villano que tortura con unos modales exquisitos, y cuya interpretación le ha valido, de momento, el premio al mejor actor en el pasado festival de Cannes, y aún ganará más.

Entre los "bastardos" destaca su jefe, Aldo Raine, en un papel paródico de un antihéroe obsesionado con matar nazis, los demás, bastante desdibujados, salvo un de ellos, Stiglitz, al que rescatan de las SS, y también destacan los "bastardos-no-oficiales", o "bastardas", en este caso, porque tenemos a Diane Kruger (la prima guapa de Freddy) que tiene el honor de ser el centro de atención en el ya clásico primer plano de unos pies femeninos en toda película de Tarantino que se precie, y a la francesa Mélanie Laurent, que con el personaje de Shosanna Dreyfus va teniendo un papel en la película cada vez más relevante.

Y aquí llegamos al punto clave: estadounidenses, austríacos, alemanas, francesas...creo que por primera vez en una peli de la Segunda Guerra Mundial en la que salen varias nacionalidades cada uno habla en su idioma (que hasta en "La lista de Schindler" los nazis hablaban en inglés, incluso entre ellos!), además de que hay escenas clave en la que precisamente el idioma, los acentos, los juegos de palabras, etc. juegan un papel fundamental, por eso, una vez más, tengo que defender ciegamente la proyección de las películas en versión original con subtítulos (recordatorio: cada vez que alguien intenta hacerse el gracioso y/o el original diciéndome "es que o veo la peli o leo los subtítulos" INTENTO crear un silencio incómodo).

Y la música. De nuevo la MÚSICA. Ennio Morricone, Charles Bernstein, Lalo Schifrin...y el "Cat people" de David Bowie (sí, en una peli de la IIGM, "Enigma" también transcurre en la IIGM y no hay ni una sola explosión) en uno de los momentazos de la película. No es lo mejor de QT, pero vuelvo a creer en él.

"Each and every man under my command owes me 100 Nazi scalps… And I want my scalps” Lt. Aldo Raine