13 mayo 2005

LA ESTÉTICA DE LA INTELIGENCIA

Es Borges uno de esos escritores eternos, cuyo estudio de su obra y vida,por muy amplio que sea, no deja de ser una simple aproximación; más cercano a un personaje de algunos de sus cuentos("Funes, el memorioso" o el poeta de "El espejo y la máscara", hermosa y terrible reflexión sobre la Belleza)que a cualquier ser humano, persona de amplísima cultura y complicados claroscuros(como todos los mortales, aunque en los genios destaque más) su obra atrapa como un agujero negro, como si fuera la "enfermedd mortal" kierkegaardiana( veo en su obra mucho del maestro danés y de otro genio no menos particular, Franz Kafka, cuya influencia reconoció Borges de forma explícita) que hace que siempre queramos más, que hace ver algo nuevo siempre que se vuelve a leer alguno de sus textos. Si bien es recordado sobre todo por sus excelentes relatos dejo aquí "1964", para mí uno(que son dos) de sus mejores poemas

1964
I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.