Y no me refiero al relato de Henry James, sino a la nueva bajada de pantalones de Bush Jr. ante el sector más ultraconservador de su partido que, en un vano y contraproducente intento de subir la popularidad, ha aceptado desplegar tropas en la frontera con Méjico. Si bien no deja de ser un acto de cara a contentar a sus sabuesos para que dejan de echar espuma por la boca durante unos días(3000 kilómetros de frontera con Méjico hacen que un despliegue real sea algo que Estados Unidos no puede permitirse en estos momentos) es una muestra más de que gobierna de espaldas a la realidad, negándose a llevar a cabo cualquier tipo de política social mientras se permite criticar al presidente ELECTO de Bolivia por querer nacionalizar los recursos naturales de este país. Menos mal que a cada cerdo le llega su san Martín.
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