19 agosto 2006

Vallejo nocturno






Anoche, hablando (y bebiendo) en el Matakas con erizo, le comentaba que me emocionó mucho el gran poema de César Vallejo que habia puesto en su blog; le dije que el libro que más gusta de él era (es) España, aparta de mí este cáliz, cuya primera edición fue impresa en papel elaborado por los soldados de la Segunda República e ilustrado con dibujos de Pablo Picasso. De entre todos los hermosos poemas que llenan el libro, el que nunca deja de emocionarme es este:

MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos lo hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazo al primer hombre; echóse a andar...
SALUD Y REPÚBLICA

2 comentarios:

erizo dijo...

¡Salud! (y menos paseos por el río mientras los demás curran, eh?!) :p

Caronte dijo...

te dije que estaba bebiendo, no que estuviera paseando :p

1 abrazo